"Se suele comparar al FOTOGRAFO con el cazador, Robert Doisneau lo compara con el pescador; Henri Van Lier, más rigurosamente todavía, con el trampero (pero una especie de trampero móvil, él y su trampa). A mí me gusta compararlo con el MAL...ABARISTA, que no fabricó las bolas con las que hace sus juegos pero que sabe dónde y cuándo recogerlas, y que se ganó tal intimidad con el ser de las cosas que allí puede escoger su mundo imaginario dónde y cuando quiere".

Texto: Jean-Claude Lemagny. "La sombra y el tiempo. La fotografía como arte". Pág. 49.

Foto estenopeica: Paula Guillardoy.
 
 

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